Introducción
La adolescencia es una etapa de transición marcada por profundos cambios físicos, emocionales y sociales, donde los jóvenes comienzan a construir su identidad y a definir sus relaciones con los demás. En este proceso, el respeto y la empatía se convierten en valores fundamentales para el desarrollo de relaciones saludables y para la integración positiva en distintos entornos, como la familia, la escuela y la comunidad. Fomentar el respeto implica reconocer la dignidad y los derechos de los demás, mientras que la empatía permite ponerse en el lugar del otro, comprendiendo sus emociones y perspectivas. Ambos valores no solo facilitan la convivencia armónica, sino que también contribuyen al crecimiento personal y al fortalecimiento de una sociedad más solidaria y tolerante.